Infórmate sobre cómo ceder
una vivienda a un familiar
Infórmate sobre cómo
ceder una vivienda
a un familiar
25 de abril de 2022
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ToggleLa familiar puede ser un apoyo fundamental, por lo que ceder el uso y disfrute de una propiedad a un familiar que lo necesita, por un periodo de tiempo determinado, puede ser una buena forma de ayudarle. A continuación, te explicamos qué pasos debes seguir para ceder temporalmente una vivienda
¿Cómo ceder una casa a un familiar?
La cesión de una vivienda hace alusión al acto de prestar una propiedad a un familiar sin que éste abone renta alguna, es decir, sin recibir ningún tipo de beneficio a cambio de su uso y disfrute.
Si esto es lo que deseas y quieres ceder de manera gratuita una casa a un familiar, es recomendable que, pese a no existir transacción económica, todos los términos de vuestro acuerdo queden recogidos en un contrato.
En este caso, no se produce un cambio de titularidad del inmueble, si no que «mediante un contrato, una persona entrega a otra un inmueble para que use de ella por cierto tiempo y se la devuelva», tal como se establece en el artículo 1.740 del Código Civil. Esta operación se conoce como comodato.
¿Cómo debe ser un contrato de comodato?
Este documento es esencial para demostrar a terceros que la cesión del inmueble no ha supuesto ningún tipo de beneficio económico para el propietario de la vivienda.
Es importante, que en el contrato de comodato quede reflejado que la cesión es completamente gratuita. Además, es recomendable recoger los acuerdos alcanzados en la cesión: quién se encargará de abonar los gastos de suministros, comunidad de propietarios, reparaciones, tasas, impuestos, etc.
El contrato, también deberá contemplar la temporalidad del mismo, pudiendo finalizarse en el momento que el propietario desee, siempre que avise con antelación suficiente al beneficiario de la cesión.
¿Cómo tributa una vivienda cedida a un familiar?
Para reducir al mínimo el impacto fiscal de la cesión de una vivienda es imprescindible demostrar fehacientemente la gratuidad de la operación, de ahí la importancia de reflejar este término en el contrato de comodato.
Pese a que la cesión de un inmueble es una operación altruista, no está exenta del pago de impuestos. Por ello, el propietario deberá abonar el 2 % del valor catastral del inmueble o el 1,1 % si su valor ha sido revisado, según se estable en la Ley 35/2006 de IRPF.
En caso de no poder demostrar la gratuidad de la cesión, se deberá incluir en el IRPF como rendimiento de capital inmobiliario, es decir, se deberá declarar en el IRPF, una cantidad similar a la que se hubiera obtenido por el arrendamiento de la vivienda teniendo en cuenta los precios de mercado de la zona en la que se ubica la propiedad.